«Un debut conmovedor que se lee como si Cormac McCarthy decidiera reescribir Matar a un ruiseñor de Harper Lee». Richmond Times-Dispatch «Una historia intensamente sentida y hermosamente narrada». New York Times Book Review Los habitantes de la pequeña localidad de Marshall Nord, Carolina del Norte, viven amedrentados por Carson Chambliss, un predicador de oscuro pasado, fundador de la iglesia de River Road. Su gran obsesión es la de exterminar cualquier signo del demonio entre sus fieles siguiendo literalmente el mensaje de unos versículos del Evangelio de San Marcos. Serpientes, fuego... métodos que ya se han cobrado sus víctimas sin que el pastor se haya inquietado jamás. Pero el día que Christopher, un chico autista, fallece asfixiado tras una sesión de imposición de manos, toda la comunidad queda en estado de shock. ¿Accidente? ¿Asesinato? ¿Quién es el culpable de lo ocurrido? ¿Jess, su hermano pequeño, que tenía el deber de cuidar de él? El sheriff Clem Barefield, torturado por la trágica muerte de su hijo ocurrida veinte años atrás, dirige la investigación, en el transcurso de la cual reaparecen todos los secretos y las heridas del pasado. ¿Y si cada uno por sus carencias, su silencio y su ceguera, fuera culpable de la muerte de ese inocente?