Su obligación como príncipe del desierto establecía que jamás debía mezclar los negocios con el placer… El implacable sultán Tariq bin Omar al-Sharma podía tener todo aquello que quisiera. Hasta aquel momento la única excepción a esa regla había sido la bella heredera de un imperio petrolero Farrah Tyndall, a quien había perdido al acabar su breve e intenso romance. Los sueños románticos de Farrah se rompieron al descubrir que Tariq la deseaba… pero sólo en su cama. Cinco años más tarde, Tariq necesitaba asegurarse un importante acuerdo comercial y, para cerrar el trato, debía casarse con Farrah. Después de haberle roto el corazón, ahora tendría que arreglarlo… y convencerla de que volviera a amarlo una vez más.