Deacon trabaja en una distribuidora de vídeo y utiliza su trabajo para vender películas porno pirata junto con sus compañeros Fred y Matt. El trío de jóvenes, profundamente obsesionados con el sexo, deciden hacer y distribuir sus propias películas porno cuando Deacon pierde su empleo. Por desgracia, la obra de los chicos llama a la atención de un poderoso capo de la pornografía, al que no le gusta en absoluto la competencia desleal.