Guerra de Corea (1950-1953). El soldado Zack, que ha recibido un disparo en la cabeza, es el único superviviente de su pelotón. Tras ser hecho prisionero por el enemigo, consigue escapar gracias a la ayuda de un niño coreano huérfano. Ambos se unirán a un nuevo pelotón cuya misión es conquistar una posición enemiga en un templo budista. Sin embargo, cuando llegan, el sitio parece desierto.
Con un rodaje corto y accidentado, Samuel Fuller dirige la primera película de Hollywood que trata la Guerra de Corea. En tan sólo diez días y con un presupuesto bajísimo, Fuller construye un drama bélico cuya trama habla de un conflicto que había estallado tan sólo seis meses antes. La falta de recursos era tan grande que el filme se rueda con tan sólo veinticinco figurantes, todos estudiantes de la Universidad de California.
La producción estuvo también afectada por las políticas del senador McCarthy contra el comunismo: por un lado, un productor quiso despedir a Gene Evans para contratar a Larry Parks, que estaba bajo investigación y, por lo tanto, saldría más barato. Por otro, algunas secuencias de la película se consideraron ''propaganda comunista'', y hubo peticiones para detener a Fuller.