Alma, una joven de 20 años, adora a su abuelo, quien dejó de hablar hace años para sorpresa de todos. Ahora que el hombre ha decidido dejar de comer, su nieta intenta recuperar el olivo milenario que la familia vendió contra su voluntad.
La cineasta madrileña Icíar Bollaín vuelve a formar equipo con el guionista Paul Laverty -roles que ya desempeñaron en la aplaudida ''También la lluvia''- en esta tragicomedia que pone de relieve los valores de la familia, así como la transmisión entre diferentes generaciones y la importancia de los bienes sentimentales. La historia gira en torno a Alma, una chica que trabaja en una granja de pollos, interpretada por Anna Castillo (''Amar es para siempre''). Pero no estará sola en este disparatado proyecto. Contará con la ayuda de su tío arruinado por la crisis (Javier Gutiérrez, ''La isla mínima'') y de su amigo Rafa (Pep Ambròs, ''Les coses grans'').
Cabe destacar que Laverty tuvo la idea para la película después de leer un artículo sobre la venta de árboles antiguos españoles al resto de Europa y Asia por motivos decorativos. Esta noticia estuvo rondando en su mente durante una década antes de escribirla para ser explicada en la gran pantalla.