En 1872, John Henry Clayton (Kiefer Sutherland) deja de ser un pistolero para volver a su tierra natal, Fowler, en Wyoming, y así reparar su relación con su padre, el reverendo Clayton (Donald Sutherland), con quien ha perdido el contacto. Sin embargo, llega a un pueblo sumido en el caos por la llegada del ferrocarril y por una banda criminal que aterroriza a los ganaderos que se niegan a vender sus tierras. John Henry es la única persona capaz de pararles, pero su padre no quiere que retome la vida violenta que dejó atrás.