¿Culpable? ¿Inocente? Esas preguntas no son para que las decida el poderoso abogado de Chicago Martin Vail (Richard Gere). Su trabajo es defender, especialmente si un caso pondrá su nombre en los encabezdos y promover su carrera. Cuando Vail escucha que un joven acólito sin dinero (Edward Norton) es acusado de asesinar al arzobispo del lugar, toma rápidamente el caso, ansioso de aparecer en los medios. El no sabe que descubrirá un nido de corrupción, lo pondrá en contra de un fiscal (Laura Linney) quien fue su amante, y probará toda su habilidad, juicio y hasta su actitud de ganar a cualquier precio.