Existen muchos lugares bonitos para morirse, pero Luxemburgo no es uno de ellos. Por más que Luxemburgo nos resulte bonito o no, es un país demasiado caro para morirse. Cuando los mellizos se enteran de que su padre, ausente desde hace años, está enfermo en Luxemburgo, deciden viajar para verlo por última vez. Su padre, ¿seguirá siendo el mismo hueso difícil de roer que ellos recuerdan?