Durante una expedición científica, unos investigadores quedan atrapados en una cueva. Su única posibilidad de escapar es adentrándose en las entrañas de la Tierra, un camino peligroso y desconocido.
La célebre novela de Julio Verne, que ya había sido adaptada a la gran pantalla en 1959 por Henry Levin y en 1978 por Juan Piquer Simón, volvió a centrar las miradas de los productores de Hollywood. En un principio, el proyecto fue a parar al cineasta independiente Paul Chart (''American Perfekt''), quien estaba muy emocionado con esta empresa, pues ''Viaje al centro de la Tierra'' era una de sus novelas favoritas. Sin embargo, cuando la productora decidió rodar la cinta en 3D y empezó a cambiar su guión para enfatizar el nuevo formato, Chart abandonó el largometraje y fue reemplazado por un artista de los efectos especiales sin experiencia en la silla del director: Eric Brevig (''El oso Yogi'').
El rol principal fue a parar a Brendan Fraser, uno de los rostros más populares del cine de aventuras de la época, que aquel mismo año también estrenaba ''La momia: La tumba del emperador dragón'', la tercera parte de la saga que narra las peripecias egipcias del exsoldado Rick O'Connell.
Clasificación
Bajo supervisión paterna