Un milanés convence a Pepe y a sus amigos para que se trasladen de Roma a Milán para dar un golpe muy fácil y provechoso: robar el furgón que transporta el dinero de las quinielas. Pero, al llegar a la capital lombarda, se encuentran solos porque el que planeó el golpe ha sido arrestado. Con todo, deciden seguir adelante y, a pesar de no respetar el plan establecido, consiguen su objetivo.