Vincent (Bill Murray) es un hombre soez, un borracho, cínico y tramposo. Quebrado por dentro, sus excesos diarios se interrumpen cuando acepta encargarse del cuidado del hijo adoptivo de la nueva vecina (Melissa McCarthy) por dinero. A pesar de no ser la mejor persona para cuidar de un niño, esta amistad le funciona muy bien al chico.