Después de varias discusiones y las demandas sentimentales de una pareja en crisis, Brooke decide romper su relación con su novio Gary. Lo que sigue a continuación es una serie de peleas, argumentos y tácticas de guerra sugeridas por los amigos de la pareja y compañeros de trabajo. Cuando ninguno de los dos está dispuesto a abandonar el apartamento que compartían, la única solución es continuar viviendo juntos como hostiles compañeros de piso hasta que alguno de los dos se hunda. Pero en medio de la convivencia y las peleas por la colada, la televisión y sus pertenencias, ambos comenzarán a dudar sobre sus sentimientos.