No está bien considerar esta novela como una novela que cuenta la historia de dos amantes que se conocieron y se separaron por algo, o una novela de fantasía que hace flotar su pensamiento en un mundo de imaginación sin fin. O lo consideramos un clásico que narra una época específica en la vida de la gente de la tierra a la vez. ¡O una novela de guerra que narra la marcha de un soldado que no traicionó! Cuando leemos (Por favor, divorciaos de mí), nos encontramos frente a los reinos de la conciencia que toma las riendas de la narración variada y entretejida que está dominada por rasgos científicos, filosóficos, lógicos, emocionales, mentales y, a veces, desastrosos, y a veces por sospecha y comedia.