Con la app Anillo de Acueductos Romanos podrás acceder a contenidos y curiosidades a través del sistema de Balizas dispuesto a lo largo del recorrido.
El centro histórico de Spello, con su desarrollo montañoso, tiene la suerte de estar íntimamente ligado a la montaña que forma su fondo: el monte Subasio.
El acueducto romano que ha saciado la sed de los habitantes de Spello durante dos mil años, serpentea por las laderas del monte Subasio y en su parte final entra en la ciudad de Spello.
El recorrido del Anillo de Acueductos Romanos consta de una parte urbana y otra extraurbana más extensa, con un total de 13 kilómetros. Las dos partes tienen en común el carácter extraordinario de los contenidos valiosos pero con variaciones y particularidades que los hacen diferentes y sumamente interesantes para los usuarios.
La sensación de la “Maravilla” acompañará a quienes recorrerán todo el recorrido en un paisaje que ha sido moldeado por el trabajo incesante de las poblaciones locales durante milenios, un trabajo cuyo resultado final lo constituye una armonía entre el hombre y la naturaleza que suscita admiración. y paz interior.
Todos aquellos que aman caminar aprecian las rutas circulares ya que no pasan dos veces por el mismo punto, estimulando así la curiosidad de seguir en la búsqueda de peculiaridades arquitectónicas, paisajísticas y ambientales. El propósito de esta propuesta de excursión era revelar el recorrido circular de lugares extraordinarios.
Todos los anillos importantes tienen una piedra preciosa que los hace únicos.
El Anillo del Acueducto Romano tiene su piedra preciosa en "Spello".
El Subasio, una aislada montaña de los Apeninos, emergida del mar hace millones de años, en cuyas rocas calizas quedan atrapados macro y microfósiles y con un particular perfil de carey que destaca inequívocamente sobre el valle de Umbría.
En los extremos de este enorme caparazón, de 1.290 metros de altura, se encuentran dos joyas arquitectónicas y paisajísticas universalmente conocidas que son Asís y Spello. Dos extraordinarios centros históricos unidos no solo por su montaña sino también por la historia de un “hombrecito” que con su ejemplo de vida cambió la historia: San Francesco. Sus pasos han recorrido las angostas calles de los dos centros históricos, sus sermones han cambiado el destino de muchos hombres, su ejemplo de humildad, sencillez y fraternidad está presente en muchas arquitecturas, calles, caminos y detalles.
El Subasio ha sido fuente de vida para muchos pueblos durante siglos o incluso milenios, estos pueblos con sus pasos y su sudor han grabado en su frágil superficie, dejando caminos sinuosos, pequeñas ermitas, rústicos cultivos en terrazas, castillos aún habitados, bosques extraordinariamente ricos. .biodiversidad.
De Subasio brota esa agua, fuente de vida, que en el siglo I a. C. los antiguos romanos con gran destreza y destreza, la domaron encauzándola hacia un tortuoso acueducto para llevarla al antiguo “Hispellum”. Acueducto que milagrosamente ha llegado hasta nosotros y que da nombre a la ruta senderista.