Somos una familia enérgica y siempre con las manos en la masa, de hecho mi padre abrió una pequeña pizzería hace veinte años.
Aquí hemos aprendido a amar esta profesión, después de unos años la evolución natural "Leonardi Bistrot" un lugar donde la atención a las materias primas, la estética y la hospitalidad se conjugan a la perfección y ahora también la entrega.
Creo que este es el secreto para crear un negocio, saber de qué estás hablando en detalle, poner tu cara y mucha pasión en ello.