Una reinterpretación del mito de Caín y Abel de la pluma inolvidable de Unamuno.
En esta novela, Unamuno reescribe la historia de los dos hermanos más conocidos de la Biblia mediante la relación entre Abel Sánchez y Joaquín Monegro, dos amigos que han llevado vidas paralelas con suertes muy distintas: Abel es atractivo, tiene suerte y es valorado por la sociedad mientras que a Joaquín, sin motivo aparente, le sucede todo lo contrario. Unamuno trata en esta novela uno de los temas que más le obsesionaron en vida: la envidia como rasgo definitorio de la identidad española.