“La vida de George” se sitúa temporalmente en la Cataluña del año 2121, y en una época en la que la ciencia y la tecnología han evolucionado de forma acelerada, hasta el punto de que los viajes a la Luna ya Marte se han convertido en algo habitual, así como la fabricación artificial de seres vivos, incluyendo seres humanos sintéticos.
George es uno de estos humanos sintéticos, salido hace tres años de la empresa Human Biofactory. Pese a su corta edad, su apariencia es la de un hombre joven de unos 25 años. Con George aprenderemos a ver la realidad humana desde otra perspectiva, la de un ser vivo que se parece mucho a nosotros, pero que no es, estrictamente hablando, un humano.