Nacida el 2 de Agosto del 1903, Ángela Edo pasó por esta vida desapercibida. De nadie mejor que de ella cabe decir que muchos la vieron pero nadie la conoció.
Escribía incansable en horas robadas al descanso, a vuela, no pluma sino bolígrafo. Página tras página llenaba folios de papel rayado. Lo hacía con método, con constancia, sin rendirse jamás mientras con sus cortos ingresos de obrera se esforzaba por dar a su hija lo que ella siempre deseó y nunca pudo tener: estudios.
Su vivir, admitámoslo, no pudo ser más anodino. Vivió colmada de estrecheces y dificultades y sin embargo, ¡sin embargo!, nada le impidió desenvolver una extensa producción literaria estructurada en forma de novelas más o menos fantásticas, de las que su hija es depositaria y transmisora.
La obra de esta extraordinaria autora, dotada (dicho sea de paso) de facultades psíquicas excepcionales, es el legado inapreciable de un titán espiritual que sería imperdonable que se perdiera. Esta consideración ha motivado a mtm editores a poner esa Obra en manos de los lectores que no sólo aspiran a deleitarse con la lectura, sino a “realizarse” en su progreso interno.
A esos lectores dedicamos nuestra Colección Legado.