Dos ancianas, Olvido Fandiño y su criada Bruna, deciden emprender un viaje, un último viaje. Lo harán en un viejo Volkswagen escarabajo, en cuyo maletero introducen un bulto sospechoso que parece un cadáver. Conducirá doña Olvido, que para algo es la orgullosa poseedora del primer carnet de conducir expedido a una fémina en la ciudad de Santiago.
Ambas mujeres (que llevan media vida juntas, se pelean todo el día pero no saben vivir la una sin la otra) forman una extraña pareja. Quedaron unidas para siempre por un hecho terrible del pasado: un hecho relacionado con el matrimonio de Olvido con un abogado con simpatías galleguistas, la excéntrica familia de este –que incluye a un hermano coleccionista de muñecas que hace misteriosos viajes a París y una madre maniática de los bacilos y la limpieza– y los amoríos de la criada de la casa, con el trasfondo del estallido de la guerra civil y el mundo rural gallego.
En su último viaje (que acaso lo sea también al pasado, con su carga de odios y recuerdos, y tal vez en busca de ese «alguien» bajo los párpados) se sucederán los percances y los encuentros variopintos: con un reportero de televisión tal vez interesado en entrevistar a doña Olvido porque supuestamente conoció a Álvaro Cunqueiro, o con una pareja de guardias civiles que las ayudarán en la búsqueda de la dentadura postiza de Bruna, que ha salido disparada por la ventanilla.
Entre el esperpento y la road movie senil, esta novela chiflada con toques macabros narra la fuga de dos mujeres que son una mezcla de Thelma y Louise y las entrañables y temibles ancianas de Arsénico por compasión en versión gallega. Porque Olvido y Bruna dejan a su paso un reguero de cadáveres tanto en el presente como en el pasado. Cristina Sánchez-Andrade forja dos personajes inolvidables a los que somete a una peripecia enloquecida, desternillante y desoladoramente humana.
Cristina Sánchez-Andrade es escritora, crítica literaria y traductora. Licenciada en Ciencias de la Información y en Derecho, es natural de Santiago de Compostela. Actualmente vive en Madrid, en donde compagina su labor como novelista con la docencia universitaria y con colaboraciones en distintos medios, entre ellos La Voz de Galicia y El País. En Anagrama ha publicado Ya no pisa la tierra tu rey (Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2004); Las Inviernas: «El libro más bonito que he leído jamás» (Javier Puebla, Cambio 16); «Bajo la espléndida ascendencia de Valle-Inclán, Cunqueiro o el primer Luis Mateo Díez... Inquietante amenidad, rigurosa escritura y legítima, lograda ambición» (Jesús Ferrer, La Razón); Alguien bajo los párpados: «Fascinante... Las magníficas dotes inventivas de Sánchez-Andrade deparan una fábula carnavalesca tan loca y divertida como engañosa, porque cuenta una tragedia» (Santos Sanz Villanueva, El Mundo); «La sensación es la de alguien que ha encontrado la estructura exacta para lo que deseaba narrar... De un lirismo áspero y conmovedor» (J. Ernesto Ayala-Dip, El País); «Una novela espléndida, con ritmo, subtramas, enigmas y unos personajes estrambóticos impagables» (Íñigo Urrutia, El Diario Vasco), y el libro de cuentos El niño que comía lana, galardonado con el XVII Premio Setenil al mejor libro de relatos: «En el libro, magnífico en su conjunto, hay cuentos excelentes (Manuel Hidalgo, El Mundo); «Despliega originalidad, mala leche, destilados surrealistas y una mirada cáustica sobre la familia, las relaciones de pareja y la memoria de nuestros mayores» (Íñigo Urrutia, El Diario Vasco); «Una joya, con poesía y humor negro» (Ana Abelenda, La Voz de Galicia). Su obra ha sido traducida al inglés, portugués, italiano, polaco y ruso.