Y es que en la ruptura sentimental es vital adoptar una perspectiva mental, una filosofía, al mismo tiempo práctica y profunda, pues el modo en que afrontemos la ruptura puede marcar de forma indeleble nuestro futuro y el de los niños. El libro nos indica qué tipo de abogado buscar, cómo presentarnos ante los psicólogos y otros profesionales que tienen que aconsejar al juez acerca de la patria potestad y el régimen de visitas de los niños, cuáles son las mejores estrategias y habilidades para educar a los hijos de una familia donde los padres se han separado o qué tipos de custodia de los niños resultan aconsejables en determinadas circunstancias.
La ruptura de una relación no es sólo un camino de sufrimiento, sino también de reorganización y de nuevas aperturas vitales. Y que la comprensión de este fenómeno desde el inicio puede ser el primer y más importante paso para que la familia en su conjunto pase por el trance de la separación sin que queden secuelas.