Kit estaba preparada para enfrentarse a cualquier cosa cuando la contrataron como ayudante del guapísimo Marcus Maitland. Si no bastaba con los trajes serios y el recatado peinado, su actitud distante y fría la ayudaría.Sin embargo, durante aquel fin de semana que pasaron en habitaciones contiguas... nada detuvo a Marcus. Sin sus gafas y sus trajes, Kit se sentía desnuda... y así era precisamente como Marcus quería que estuviese.