A menudo nos detenemos en estos supuestos defectos que son nuestros; nos castigamos a nosotros mismos porque no somos perfectos.
Pero no tiene por qué ser así.
Aprenderemos técnicas derivadas del concepto budista de aceptación radical. Al aplicar la aceptación radical a tu vida, te juzgarás con menos dureza. Como resultado, te convertirás en una persona más feliz, tranquila y equilibrada.