En este provocador libro, los economistas Alberto Alesina y Francesco Giavazzi señalan que, si Europa no toma pronto medidas, es casi inevitable que se intensifique su declive económico y político. Si no se emprende una reforma global, las sobreprotegidas y superreguladas economías de Europa occidental continental continuarán perdiendo velocidad y su influencia política acabará siendo casi inapreciable. Eso no significa que Alemania, Francia, España y otros países que hoy son prósperos vayan a empobrecerse; su nivel de vida continuará siendo holgado. Pero acabarán siendo casi irrelevantes en el panorama mundial. En El futuro de Europa, Alesina y Giavazzi (que son europeos) esbozan las medidas que debe tomar Europa para impedir su eclipse económico y político. Según los autores, Europa tiene mucho que aprender de Estados Unidos. Los europeos trabajan menos y tienen más vacaciones que los estadounidenses; valoran sobre todo la seguridad y la estabilidad del empleo. Alesina y Giavazzi sostienen que los estadounidenses trabajan más y un número mayor de horas y están más dispuestos a soportar los altibajos de una economía de mercado. Los europeos valoran su Estado de bienestar; los estadounidenses aborrecen el gasto público. Estados Unidos es un crisol de culturas; los países europeos tienen dificultades para absorber la población inmigrante. Alesina y Giavazzi advierten de que para que Europa ponga freno a su declive, tiene que adoptar un modelo parecido al de libre mercado de Estados Unidos. Las recomendaciones de Alesina y Giavazzi sobre la forma en que Europa debe afrontar las cuestiones relacionadas con la productividad de los trabajadores, la regulación del mercado de trabajo, la globalización, la financiación de la enseñanza superior y de la investigación tecnológica, la política fiscal y sus sociedades multiétnicas suscitarán sin duda controversias, al igual que su visión de la Unión Europea y del euro. Pero su llamada de atención sonará alta y clara para todo aquel al que le preocupe el futuro de Europa.