Un usuario de Google
Este 4º (penúltimo) volumen de relatos del padre Brown tiene la particularidad de ir comprendido entre un prólogo y un epílogo donde el sacerdote explica a un periodista americano cual es su método deductivo. Chesterton expone entonces un disparatado método basado de alguna forma en la psicología criminal, la empatía y, como no podía ser de otro modo, en la moral, que no por increible deja de ser una explicación amablemente curiosa (aunque, ya puestos, no tan alejada de la empleada por el detective de "El Dragón Rojo" de Thomas Harris, por citar una refrencia moderna). Partiendo de este arranque los 8 relatos se presentan como una colección de aplicaciones prácticas del método aunque, lamentablemente, sin que este recurso vaya más allá de la mera excusa para compilar unos cuentos detectivescos tan independientes y desconectados entre sí como en el resto de volúmenes de la serie.
De los relatos en sí, las resoluciones de los crímenes me han parecido en general más pilladas por los pelos que en volúmenes anteriores, especialmente la 1ª mitad. Y a mi parecer la 2ª mitad mejora, más que por los propios casos, porque en sus resoluciones ganan peso específico esos sermones cristianizantes que tan bien sabe traer a colación Chesterton en boca del curilla católico, y que caracterizan la serie, especialmente desde del tercer volumen.
1-El espejo del magistrado,
2-El hombre de las dos barbas (-)
3-La canción del pez volador (-)
4-El actor y su coartada (-)
5-La desaparición de Vaudrey (++)
6-El peor crímen del mundo (++)
7-La luna roja de Meru (+ aunque el modus operandi criminal esté muy pillado por los pelos el sermón sobre las religiones orientales es muy bueno)
8-El dolor de Marne (+++)