Pero, por otra parte, el propio mundo financiero es cambiante desde el momento en que va desarrollando productos financieros cada vez más complejos y competitivos. Por ello, se hace necesario que el gestor financiero de una PYME no sólo entienda la nomenclatura que se utiliza en los mercados financieros, sino que además sea capaz de adaptarse a sus continuos cambios y tomar decisiones dentro de ellos. En estos momentos, no podemos pasar por alto la posibilidad de una crisis financiera internacional que afecte a los mercados y que haría más difícil la toma de decisiones, tanto de inversión como de financiación. Nos espera unos años que van a ser difícil a la hora de buscar financiación, por lo que el gestor debe prepararse y ser capaz de elegir la mejor oportunidad que el mercado le ofrezca. Pero pasa lo mismo con la inversión: ¿dónde debemos invertir nuestras puntas de tesorería, si tenemos que tener en cuenta el interés esperado y la volatilidad de los activos?
Pero no todas las dificultades en el mundo financiero provienen de las crisis; en la mayoría de las ocasiones, las mismas instituciones financieras crean deliberadamente cierta confusión sobre los productos financieros que ofrecen, o es el mismo marketing el que ayuda a crear dicha confusión. Lo que es cierto es que el gestor debe saber moverse por un mundo que cambia continuamente.