Pedro es químico, Paulino, médico. Ambos emigran y pasados los años se reencuentran trabajando en su pueblo. Son las postrimerías del franquismo, hay agitación social y represión policial porque en la ría de playas limpias y vistas magníficas se va a levantar una fábrica de celulosa. Paulino convence a Pedro de que él dirija el proyecto para asegurarse de que los estragos en la ría y el paisaje sean mínimos.
Pedro acepta y se convierte en objetivo de una gran conspiración. Cuenta con amigos firmes, pero no pueden evitar que envidias y odios se concentren en su persona. De toda la escala social de la villa blasonada, nadie acepta que el hijo del pastelero –ahora el director de la fábrica– se convierta en lo que fuera el conde en su castillo: quien reparte puestos a sus órdenes.
Además Pedro cae en la tentación de hacerse con la propiedad de unos supuestos descendientes de la casa condal. De ahí surge un drama que acabará en tragedia, enfrentamiento a muerte entre el plebeyo ascendido, Pedro, y un hidalgo empobrecido, Alberto. Tras el escenario fatal está Paloma, hija de Alberto, mujer de sueño para Pedro, a quien ella rechaza por lo mismo que desprecia a su padre: porque ambos buscan “tener, poseer, mandar”.
Xavier Alcalá (Miguelturra, Ciudad Real, 1947) nació en tierras manchegas, pero se crió en Ferrol y vive en A Coruña. Ingeniero de Telecomunicaciones y doctor en Informática, a lo largo de más de cincuenta años dedicados a las letras ha publicado decenas de títulos considerados clásicos de la literatura gallega moderna, premiados, reeditados y traducidos en numerosas ocasiones.