La flor que nunca se marchitó (Los días robados 2)
Acerca de este libro electrónico
Más misterio, intriga y amor se citarán en esta segunda parte de la vida de Adriana.
«Ahora sé con certeza que siempre hay buenas personas. Ángeles que te ayudan a ver un rayo de luz hasta en el más doloroso y oscuro de los infiernos.»
Adriana cree que la vida, después de perder a Daniel, va a volver a la normalidad tras haber aparecido Ángel en su vida. Sin embargo, todo se vuelve a poner patas arriba con la llegada de un chico misterioso que oculta mucho más de lo que ella cree en un principio y que se convertirá en su sombra.
Todos los misterios irán a más cuando las cosas empeoren con su padrastro, una persona que mostrará su verdadera cara y que la apartará del mundo para hacerla callar por saber su gran secreto. Ella centrará sus días en intentar escapar y hacer justicia, mientras su corazón se divide totalmente en dos con el regreso de una persona inesperada.
Decenas de secretos luchan por ver la luz, y en cuanto lo hagan, la vida de Adriana y de todos los que la rodean dará un giro de ciento ochenta grados, y la mayoría de ellos no están preparados para hacerle frente a toda la verdad.
Acerca del autor
Luna Dueñas nació en Pozoblanco (Córdoba , España) en 1989, La lectura siempre ha sido una de sus grandes pasiones desde pequeña. A los quince años comenzó su andadura escribiendo historias de corte romántico que repartía entre sus compañeros de instituto y los cuales la animaban a probar suerte en el mundo editorial. En el 2016, más de diez años después, publicó su primera novela Serás mi luz siempre la cual abrióla veda al nacimiento y publicación de muchas novelas más bajo el sello Selecta como Voy a encontrarte y Cartas a mi amor imposible entre algunas más que verán la luz en años venideros.
Diplomada en Turismo e idiomas, compagina su trabajo como técnico de turismo y profesora de idiomas con crear nuevas historias con las que enamorar a los lectores y transmitirles todos los sentimientos de cada uno de ellos.
#Enamórate.
