Anteriormente se creía que, una vez desarrollado, el cerebro, al igual que el estómago o los pulmones, no sufría cambios significativos.
Pero la neurociencia contemporánea ha profundizado en los secretos del cerebro hasta el punto de que ahora se reconoce que, en realidad, ocurre todo lo contrario.
El cerebro, que es el órgano responsable del pensamiento, no sólo está formado por la “naturaleza” o tu genética, sino también por la “crianza” o el entorno en el que creciste.
En otras palabras, la forma en que usa su cerebro afecta tanto la estructura como la función del cerebro.
Sin embargo, si alguna vez te has preguntado por qué era tan difícil cambiar tu comportamiento hacia algo, incluso cuando realmente lo deseabas, entonces ya sabes que la increíble capacidad del cerebro tiene una desventaja.
Cuanto más refuerces ciertas áreas de tu cerebro, ya sea a través de comportamientos negativos o ideas recurrentes, más duro intentará tu cerebro mantenerlo así y participar en un tira y afloja electroquímico para instarte a cumplir.
Comprender cómo y por qué funciona su cerebro puede revelar una multitud de opciones para usarlo de manera inteligente y efectiva, lo cual es especialmente importante dado el enorme papel que desempeña en su perspectiva del mundo que lo rodea.