Ayla lo tiene todo en contra. Tiene dieciséis años, es inmigrante, se gana la vida boxeando y, por si fuera poco, debe cuidar a su padre enfermo de alzhéimer. La irrupción de alguien de su pasado la obligará a tomar parte en un peligroso juego de favores, deudas y engaños. Además, propiciará el reencuentro con Mascarell, un desastroso detective embarcado en un encargo de lo más peculiar. Mientras tanto, se desarrolla una lucha de poder por manejar los hilos del lado más oscuro de Frankfurt que acabará salpicando todo de sangre.
Benito Olmo regresa con una novela negra de muchos kilates que pone el foco en el negocio de las peleas clandestinas y en las redes de explotación de mendigos.