El único Rey y Profeta que no pecó fue Jesús, el Cordero de Dios. Y solamente él puede llevar los pecados del mundo, nuestros pecados. Sin embargo, podemos aprender de los éxitos y los fracasos de los ungidos de Dios, conforme está registrado en la Biblia. Los relatos de su vida revelan el gran amor y la paciencia que Dios tiene por todos nosotros, y su deseo de perdonarnos y darnos un nuevo corazón y una mente renovada, para que podamos vivir una vida mejor en este mundo y alcanzar la vida eterna en el mundo por venir.Resalta las grandes lecciones morales que deben aprenderse de los triunfos, las derrotas, las apostasías, el cautiverio y las reformas de Israel.
Életrajzi művek és emlékiratok