lorena lazo
Para ser un hombre ridiculizado por sus contemporáneos republicanos y sacralizado por la tradición realista,Luis XVI era un hombre bastante completo. Aparte de ser tímido,y ya sabemos que a los tímidos no sólo se les da mal las relaciones sociales,sino que huelen el fracaso en todas partes donde van,Luis XVI no era un hombre malo. Si hubiera sido malo,no habría llamado a los Parlamentos ni habría reunido a los Estados Generales. Este hombre era uno de los que se escondía de los cortesanos en el techo del Palacio de Versalles. Pero tenía un corazón de oro. Y con ese corazón,hay que quedarse. Gracias.