"Dije que Rivas es antioqueño pero no estoy seguro: lo deduzco del idioma que usa, enriquecido con localismos muy expresivos; lo deduzco por la forma como habla de Medellín y de Envigado. Se trata de una escritura que proviene de la oralidad pero que es consciente del ritmo narrativo de lo escrito; una escritura que puede hacer arte mientras deshace las frases hechas y emite juicios y cuenta en primera persona historias, escenas cotidianas de cosas que le han sucedido. Esto último lleva al lector desprevenido –y divertido– a una identificación con el yo del narrador, lo que abre las vías de un humor desopilante, crítico y, a veces, propenso a la carcajada.
Darío Jaramillo Agudelo