Los guisos y las sopas, un tanto olvidados en la mesa argentina de la actualidad, constituyen excelentes alternativas culinarias para los frescos mediodías y las frías noches de la temporada invernal. En ellos se pueden combinar vegetales, legumbres, cereales, carnes de diversos tipos y huevos. El resultado es siempre un plato sustancioso, con un inigualable sabor hogareño y que aporta tanto nutrientes como una benéfica sensación de calor ni bien se lo ha ingerido. Si, además, estas típicas preparaciones invernales se elaboran teniendo en cuenta algunas sencillas normas, resultan reducidas en calorías y siempre deliciosas.