Considerada por muchos el testamento espiritual de Miguel de Unamuno, esta pequeña obra maestra aborda la dialéctica entre la fe y la duda a través de la vida de un protosanto moderno llamado don Manuel, párroco de un pueblecito de la provincia de Zamora. Quien nos trasmite sus recuerdos de ese hombre excepcional es la última de sus discípulas, y su relato crea una auténtica tensión dramática gracias a la riqueza espiritual de los personajes. La guía didáctica de la presente edición, a cargo del profesor Vicente Santiago Mulas, atiende especialmente al contexto histórico y literario de la historia e incorpora los enfoques competenciales e interdisciplinares actualmente recomendados por las autoridades educativas.
La crítica ha dicho:
«El lector deberá atravesar diversas instancias narrativas antes de descubrir el secreto».
Fernando Aramburu
«Una novela de decantada madurez».
Ignacio Echevarría
«[De] las novelas breves [...] San Manuel Bueno es la más alta y clara».
María Zambrano
«Cada lector, incluso cada época, ha ido mirando la obra de Unamuno según diversas perspectivas, y las imágenes de él han ido cambiando. Yo señalé que lo más importante de su obra era [...] la novela, en la que veía lo más innovador y creador».
Julián Marías
Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936) fue un escritor, poeta, filósofo y uno de los principales exponentes de la Generación del 98. Estudió filosofía y letras en la Universidad de Madrid y se doctoró con la tesis Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca. Poco después accedió a la cátedra de lengua y literatura griega en la Universidad de Salamanca, en la que desde 1901 fue rector y catedrático de historia de la lengua castellana.
Inicialmente sus preocupaciones intelectuales se centraron en la ética y los móviles de su fe. Desde el principio trató de articular su pensamiento sobre la base de la dialéctica hegeliana, y más tarde acabó buscando en las dispares intuiciones filosóficas de Herbert Spencer, Sören Kierkegaard, William James y Henri Bergson, entre otros, vías de salida a su crisis religiosa. Sin embargo, sus propias contradicciones personales y las paradojas que afloraban en su pensamiento le llevaron a recurrir a la literatura como alternativa.
Entre su obra destaca Vida de don Quijote y Sancho (1905), Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos (1913), Niebla (1914), Abel Sánchez (1917), La tía Tula (1921) y San Manuel Bueno, Mártir (1933).
Considerado el escritor más culto de su generación, y calificado por Antonio Machado de «donquijotesco» a raíz de la estrecha relación entre su vida y obra, Miguel de Unamuno fue, sobre todo, un intelectual inconformista que hizo de la polémica una forma de búsqueda.