Edición de Ignacio Arellano, profesor de la Universidad de León
Francisco de Quevedo fue un magnífico escritor y un poeta prolífico. Esta recopilación de su obra lírica refleja la amplia variedad de los temas que abordó, desde poesías festivas hasta satíricas, pasando por filosóficas, políticas, religiosas y amorosas. Quevedo es al tiempo un admirable estilista, capaz de acuñar imágenes potentísimas, y un pensador profundo que expresa con refinado estoicismo el desengaño, fruto de una inexorable decadencia.
La selección del catedrático de la Universidad de Navarra Ignacio Arellano, acompañada de una introducción, actividades finales y un sólido aparato de notas, permite al lector apreciar el dominio de los recursos retóricos del poeta y su sorprendente capacidad para adecuar el lenguaje al tema y aun a la intención de cada poema.
Francisco de Quevedo (Madrid, 1580 - Villanueva de los Infantes, 1645) estudió en las universidades de Alcalá de Henares y Valladolid, ciudad en la que empezó a nacer su fama de gran poeta, para luego continuar su formación y sus trabajos como literato y traductor en Madrid en 1606, de entre los que destaca la primera versión en nuestra lengua de la obra de Anacreonte, encargada por el duque de Osuna.
De su mano, participó como secretario de estado en las intrigas entre las repúblicas italianas en 1613, lo que le valió para ingresar como caballero, tres años más tarde, en la Orden de Santiago.
Contemporáneo de Lope de Vega o Luis de Góngora, se cuenta, como ellos, entre los más destacados escritores del Siglo de Oro español.