El documento analiza la complejidad que encierra el concepto de sobrecostos de un proyecto de infraestructura. En primer lugar, se discute la forma en que se selecciona la estimación inicial contra la que se comparan los pagos efectivamente incurridos por la Agencia que ejecuta el proyecto; costos estimados en distintas etapas del proceso de planificación son utilizados haciendo no comparables las estimaciones subsiguientes; pero más importante aún; se utilizan estimaciones que no tuvieron como objetivo predecir los flujos financieros en dólares en los que se incurrirá para pagar al contratista que ejecute el proyecto, dificultando su utilización como un predictor del costo final. Adicionalmente, se discuten las limitaciones que introduce realizar estimaciones puntuales de variables que son intrínsecamente inciertas como el valor de un proyecto de infraestructura. El ecosistema inversor (Sistemas Nacionales de Inversión Pública, presupuestos, programas de financiamiento) prefiere normalmente las estimaciones puntuales, con el efecto secundario de tener dificultades para interpretar los sobrecostos. El trabajo reflexiona sobre los problemas que surgen en la estimación de los posibles sobrecostos de un proyecto, estableciendo opciones de solución en algunos casos, dejándolos planteados en otros, pero sugiriendo evitar las respuestas simplistas a un problema complejo.