En el curso de Resolución de conflictos se parte de la base de que el conflicto no tiene por qué ser un elemento necesariamente negativo en la organización: puede ser una oportunidad para aprender a trabajar juntos de manera más cohesionada, para resolver problemas y para ser realmente más competitivos y eficaces. No obstante, el conflicto es necesario gestionarlo, así como también lo es aplicar determinadas herramientas de comunicación durante el proceso.