Antes de ser una estrella de la tevé y de la radio, Roberto Pettinato no
solo fue un periodista de rock brillante, sino que cumplió el sueño
recurrente de su gremio: formar parte de la banda más excitante posible.
Fue el saxofonista de Sumo, uno de los grupos insignia del rock
argentino, uno de los pocos a los que la palabra mito no les queda
grande.
Pettinato honra una vieja deuda: entrega la versión completa, el
reajuste definitivo de «La jungla del poder», la biografía de Sumo que
supo editar artesanalmente a comienzos de los noventa. A la inquietante
sutileza de aquel volumen, se agregan nuevas capas de recuerdos,
vivencias que solo él puede contar, análisis lúcidos e incluso algún
momento de autocrítica.
Primero lo primero: Roberto Pettinato estuvo allí, justo allí. Estuvo en Sumo. Antes ya era uno de los periodistas de rock más afilados de la Argentina, luego se convirtió (y hoy sigue siendo) una celebrity fuera de toda norma: un hombre de los medios sofisticado, masivo, ácido. Supo brillar, en épocas opacas, desde las páginas de la revista Expreso imaginario; más tarde se embarcó en una larga carrera que hoy lo tiene en radio (El show de la noticia, líder en las mañanas de FM 100), televisión (Un mundo perfecto, por América) y gráfica (como director de la revista de rock La Mano). Fue su escala en Sumo, sin embargo, la que lo marcó de un modo que las páginas de este libro certifican párrafo a párrafo.