Sin sentimientos. Sephy Vincent estaba muy contenta como secretaria del departamento de atención al cliente de Quentin Dynamic cuando le dijeron que tenía que sustituir por enfermedad a la secretaria del mismísimo señor Quentin. Teniendo en cuenta que nadie quería el puesto, la cosa no prometía ser fácil.Conrad, el todopoderoso jefe de la empresa, y conocido rompecorazones, se había quedado impresionado por la inteligencia de Sephy y la quería con él a toda costa. Pero no sólo como su secretaria, sino también como amante. ¿O era más que eso?