Walter Riso demuestra aquí que engancharse de manera obsesiva e irracional a una persona, un objeto, una actividad o un sentimiento impide alcanzar una vida plena y saludable.
Estas páginas nos invitan a dejar atrás todo aquello que no necesitamos, aquello que nos encadena y lastra nuestro desarrollo, reduciendo la capacidad que tenemos para decidir, actuar y ser dichosos.
Desapegarse no significa dejar de desear cosas, renunciar a las pasiones o mostrar indiferencia frente a los otros. Se trata, por el contrario, de asumir la existencia de manera libre, sin cifrar el bienestar individual ni el sentido de la vida en un aspecto específico de la realidad.