Una característica distintiva de la época que nos ha tocado vivir es el cambio constante, que ha generado un entorno incierto y altamente volátil; en este medio inestable se tienen que desarrollar las organizaciones en las que vive y trabaja el ser humano. Él las imagina, genera y vivifica, y ellas permiten a una comunidad cumplir con principios de la naturaleza social, como interrelacionarse con otros semejantes, y con ello, en la complementariedad, facilitar su realización. He ahí la importancia de las organizaciones para la vida en comunidad.