El tiempo es clave en esta carrera contrarreloj. Desde Marsella, el especialista Didier Raoult asegura haber encontrado un tratamiento eficaz y económico contra el COVID-19: la cloroquina. Otras voces apuestan al remdesivir, probado en brotes de coronavirus previos, el SARS y el MERS, o a la combinación de ritonavir y lopinavir, utilizados para tratamiento de VIH. Mientras que otros especialistas hablan de la combinación de estos dos últimos con interferón beta, una droga que se usa para la Hepatitis C. En medio de este panorama, se vislumbra un tratamiento a través del plasma de los pacientes infectados por COVID-19 y recuperados. El camino de la inmunoglobulina, del plasma humano y del laboratorio catalán Grifols, está asociado con una historia de estrategias geopolíticas y políticas sanitarias globales, en las que tanto los Wikileaks como Bill Gates tienen un papel fundamental, y en el que los planes de cooperación internacional se presentan como la única vía para enfrentar esta horrible pandemia.