Se postula la configuración de un trauma relacional temprano, por la ausencia de la disponibilidad emocional de los progenitores que determina: las relaciones de la paciente, la cualidad del despliegue de la dupla transferencia-contratransferencia y su sintomatología. El libro puede inscribirse como parte del proceso de duelo social en el cual todavía nos encontramos sumidos. Esto implica el reconocimiento del daño que significó en nuestro cuerpo social el horror de la sistemática violación de los derechos humanos luego del quiebre de nuestra democracia hace más de cuarenta años. La reparación de este daño implica poder habitar una temporalidad que se resista a la amnesia, de modo que la herida pueda llegar a cicatrizar por completo.