Las plataformas de financiación colectiva proponen postular ideas, compartirlas y comprobar su viabilidad. Si todo sale bien, una comunidad interesada aportará dinero para que el sueño de un emprendedor se haga realidad. Publicar libros, montar conciertos, dirigir cortometrajes, salvar animales o crear videojuegos, todo es posible gracias al micro mecenazgo en Internet.