Coast Redwood Canopy
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Los bosques de secoyas de la costa (Sequoia sempervirens) del norte de California una vez cubrieron más de dos millones de acres. Debido a 150 años de tala, solo queda el 4% del bosque original, en su mayoría protegido por los Parques Estatales de California y el Servicio de Parques Nacionales. El dosel de estos bosques antiguos, a cientos de pies sobre el suelo, alberga un ecosistema que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo.
Los humanos han caminado a través del bosque de secuoyas durante milenios, pero primero nos adentramos en el dosel de las secuoyas hace solo unas décadas. Los avances recientes en la tecnología de escalada permiten a los investigadores del dosel acceder de manera segura a los tramos más altos de las copas de los árboles de secoya sin dañar los árboles. Los científicos estudian el dosel de la secoya para comprender su complejidad y evaluar los impactos del cambio climático.
Debido a su fragilidad y para proteger la vida silvestre rara, las copas de las secuoyas están prohibidas para todos, excepto los científicos con permisos de investigación válidos. Escalar árboles de secoya es ilegal tanto en los parques estatales de California como en los parques nacionales de EE. UU.
Las antiguas cubiertas de secuoyas proporcionan refugio a muchas plantas y animales que rara vez tocan el suelo, desde ardillas voladoras y la esquiva salamandra errante, hasta murrelets de mármol en peligro de extinción y búhos moteados del norte. Debido a siglos de suelos acumulados, bosques enteros de árboles, arbustos y helechos brotan de sus ramas masivas.
Aunque este frágil ecosistema está amenazado por el cambio climático, las secoyas pueden desempeñar un papel clave en la lucha contra los impactos climáticos al eliminar el carbono de la atmósfera y almacenarlo en su madera. Los antiguos bosques de secoyas costeras almacenan más carbono por acre que cualquier otro bosque en el mundo. La protección de los bosques antiguos, incluidas las secuoyas antiguas, debe ser parte de cualquier plan para resolver las crisis climáticas.
Las secoyas han existido por mucho tiempo. Hace más de 200 millones de años cubrieron gran parte del hemisferio norte de la tierra. Hoy en día, las secoyas costeras solo viven en un lugar: a lo largo de la costa de California desde Big Sur hasta un pequeño bosque justo al norte de la frontera de Oregon. Con la ayuda de la aplicación Redwood Canopy, ¡ahora también existen donde quiera que vayas!
Los humanos han caminado a través del bosque de secuoyas durante milenios, pero primero nos adentramos en el dosel de las secuoyas hace solo unas décadas. Los avances recientes en la tecnología de escalada permiten a los investigadores del dosel acceder de manera segura a los tramos más altos de las copas de los árboles de secoya sin dañar los árboles. Los científicos estudian el dosel de la secoya para comprender su complejidad y evaluar los impactos del cambio climático.
Debido a su fragilidad y para proteger la vida silvestre rara, las copas de las secuoyas están prohibidas para todos, excepto los científicos con permisos de investigación válidos. Escalar árboles de secoya es ilegal tanto en los parques estatales de California como en los parques nacionales de EE. UU.
Las antiguas cubiertas de secuoyas proporcionan refugio a muchas plantas y animales que rara vez tocan el suelo, desde ardillas voladoras y la esquiva salamandra errante, hasta murrelets de mármol en peligro de extinción y búhos moteados del norte. Debido a siglos de suelos acumulados, bosques enteros de árboles, arbustos y helechos brotan de sus ramas masivas.
Aunque este frágil ecosistema está amenazado por el cambio climático, las secoyas pueden desempeñar un papel clave en la lucha contra los impactos climáticos al eliminar el carbono de la atmósfera y almacenarlo en su madera. Los antiguos bosques de secoyas costeras almacenan más carbono por acre que cualquier otro bosque en el mundo. La protección de los bosques antiguos, incluidas las secuoyas antiguas, debe ser parte de cualquier plan para resolver las crisis climáticas.
Las secoyas han existido por mucho tiempo. Hace más de 200 millones de años cubrieron gran parte del hemisferio norte de la tierra. Hoy en día, las secoyas costeras solo viven en un lugar: a lo largo de la costa de California desde Big Sur hasta un pequeño bosque justo al norte de la frontera de Oregon. Con la ayuda de la aplicación Redwood Canopy, ¡ahora también existen donde quiera que vayas!
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