Llegar a la vejez es un privilegio reservado para algunas y algunos. Para cada vez más gente, gracias a la ciencia, hoy además puede ser (salvo para quienes la transcurren agobiados por la pobreza) una fase especialmente creativa, dinámica, erótica y feliz como pocas otras de nuestras existencias. Para ello es necesario combatir el "viejismo", prejuicio social que se empeña en ofrecer una versión oscura de la ancianidad; también metabolizar los inevitables cambios y pérdidas a que nos expone el paso de los años. Si entendemos que la vejez es una etapa más, como la infancia y la adultez, que debemos llevar adelante aprovechando la sabiduría y la serenidad que le son propias, pueden ser años de mucha energía. Un tiempo de festejar y agradecer, de revivir los momentos más dichosos y celebrar las dificultades superadas. De dejarnos sorprender, emprender nuevas actividades y apostar por el amor vaciando la mochila de los sentimientos negativos que podamos haber acumulado en nuestro andar. De gozar de la proximidad de personas amadas, disponiendo de un tiempo libre que creímos no tener antes, ¡como si hubiera cosas más importantes! Pacho O'Donnell despliega un conjunto de ideas, historias y reflexiones sobre este momento que él mismo transita con plena conciencia de sus desafíos a la vez que imbuido de un espíritu decididamente vitalista. En la convicción de que con amor, amistad, placer, compromiso y lucidez, es posible hacer de esta la mejor etapa de nuestra vida.
Escritor, historiador, dramaturgo y médico psicoanalista. En su práctica clínica como psicoanalista es uno de los referentes de la escuela grupal argentina, basada en los desarrollos de Sigmund Freud y de Enrique Pichon-Rivière, que incluyó el trabajo con personas mayores. Incorporó nociones de la escuela lacaniana aprendidas en su formación con la SEPT de París. Fue miembro titular de la International Association of Group Psychotherapy y de la Sociedad Española de Psicología y Terapia de Grupo. Fundó la Escuela Argentina de Psicología Operativa. Autor de la serie "La historia argentina que no nos contaron" (El grito sagrado, El águila guerrera, El Rey Blanco, Los héroes malditos). En el género biográfico publicó Juana Azurduy, la teniente coronela; Bernardo de Monteagudo, la pasión revolucionaria, reeditado con el subtítulo Pionero y mártir de la unión americana; y Che, la vida por un mundo mejor, reeditado con el subtítulo Luchar por un mundo mejor; así como también de tres libros emblemáticos del revisionismo actual: Juan Manuel de Rosas, el maldito de la historia oficial; Caudillos federales y La gran epopeya: el combate de la Vuelta de Obligado. Su último libro es 1815. La primera declaración de independencia argentina, revelador estudio de los años posteriores a la Revolución de Mayo. Varias de sus obras de teatro tienen temática histórica: El sable, El encuentro de Guayaquil, La tentación, Leandro y Lisandro. Es director del Departamento de Historia de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), vicepresidente honorario de la Comisión de Homenaje a la Vuelta de Obligado y fue dos veces presidente del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego antes de su renuncia. Debió exiliarse durante la dictadura cívico-militar del Proceso y ya en democracia fue secretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y de la Nación, embajador en Panamá y en Bolivia, ministro plenipotenciario en España, y diputado y senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires. Condecorado por España con la Orden de Isabel la Católica, por Francia en dos oportunidades con las Palmas Académicas y con la Orden al Mérito, y por Chile con la Orden Bernardo O'Higgins; también distinguido como Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.